Bajo la consigna “Vergüenza contra dinero”, el profesor Juan Bosch inició una campaña por la presidencia de la República después de lograr un amplio apoyo de las masas campesinas, los obreros, los desempleados, y otros núcleos de bajas condiciones económicas. Esta frase del político cubano fundador en 1947 del Partido del Pueblo Cubano o Partido Ortodoxo), Eduardo René Chibás y Ribas, fue el “leitmotiv” en la campaña de Bosch.
Bajo ese lema desarrolló una intensa campaña caracterizada por su acento en la denuncia de la corrupción del pasado régimen dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Resumía el conflicto ético principal de la sociedad en esa convulsa etapa, y parecía como una de sus mayores frustraciones políticas por esa situación– que aún tiene plena vigencia en estos días.
Bosch observaba, con un dejo de tristeza, como políticos daban ejemplo de cinismo, avaricia y desvergüenza.
Atraídos por la personalidad y las ideas de Bosch miles de jóvenes y adultos, principalmente de la clase media, así como obreros y campesinos, acompañaron al político desconocido, pero que había causado buena impresión en la ciudadanía por su peculiar estilo de expresión.
Su presencia en la vida política nacional ya como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, fue un nuevo cambio para los dominicanos. Desarrolló una profunda influencia y simpatía populares, causando celos entre algunos sectores de los poderes fácticos del país.
Tuvo que soportar inmediatamente acusaciones despiadadas de sectores de la Iglesia católica y los conservadores que lo tildaban de comunista.
Como candidato a la presidencia de la República revolucionó y modificó substancialmente el estilo de realizar campaña electoral en el país.
Esa particularidad fue lo que le permitió desarrollar una profunda influencia y simpatías populares, que lo perfilaron como incuestionable ganador de los comicios que se efectuaron el 20 de diciembre de 1962.
Se presentaba un escenario nuevo, pues bajo la dictadura de Trujillo las actividades políticas estaban controladas, permitiéndose sólo el Partido Dominicano que era su aparato de propaganda del régimen.
Bosch compartió el escenario con diversos partidos que se organizaron fuera del país, como el PRD, la Vanguardia Revolucionaria Dominicana, VRD, y el Partido Nacional, PN. En 1959 fue fundado en el país el Movimiento Revolucionario 14 de Junio que se mantuvo en la clandestinidad hasta la muerte de Trujillo. Lo presidió el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo.
Pero el principal rival de Bosch era Unión Cívica Nacional, un movimiento que originalmente se formó como una agrupación de la sociedad civil. Sin embargo, fue transformado en partido político para las elecciones de diciembre del 62.
Esta agrupación estaba presidida por el doctor Viriato Fiallo, quien fue su candidato presidencial y el cual sucumbió frente a Bosch.
La lucha por la presidencia en el 1962 se centró entre Bosch y Fiallo.
Fiallo, cuyo partido representaba a la burguesía tradicional del país, se percibía como un posible ganador de la contienda. Su campaña antitrujillista fue intensa y su lema !Basta ya! caló profundamente.
Sin embargo, el profesor Juan Bosch supo atraer a los sectores trujillistas que heredó Joaquín Balaguer, porque en su campaña no los enfrentó directamente y de esa manera logró salir airoso en esa batalla electoral.