Profesionales, artistas, religiosos y empresarios crean Comité de Solidaridad con personas desnacionalizadas
hopo.do fuente de noticia.
Más de 270 personas de los distintos ámbitos sociales se constituyeron hoy en un “Comité de Solidaridad con las Personas Desnacionalizadas” por la sentencia del Tribunal Constitucional dominicano de septiembre pasado que dispone revocar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes ilegales que fueron inscritos en el registro civil hasta 1929.Rechazando la división de la sociedad dominicana por la siembra de odios y enconos, los voceros del comité proclamaron una disposición constructiva para unir voluntades y buscar una solución constitucional y humana a la situación de decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas que serían empujadas a un gueto o apartheid.
La declaración leída en rueda de prensa por el obispo episcopal Julio Cesar Holguín alienta “la sensibilidad expresada por el presidente Danilo Medina, quien reconoce la necesidad de encontrar una solución al grave problema que representan las personas desnacionalizadas”.
Indica que la sentencia pretende una aplicación de una norma en perjuicio de miles de personas, violentando el principio universal de irretroactividad de la ley, ratificado en el artículo 110 de la Constitución vigente que reza: “La ley sólo dispone para el porvenir. No tiene efecto retroactivo sino cuando sea favorable al que esté subjúdice o cumpliendo condena. En ningún caso los poderes públicos o la ley podrán afectar la seguridad jurídica derivada de situaciones establecidas conforme a una legislación anterior”.
El documento sostiene que “Para excluir a millares de ciudadanos y ciudadanas de la nacionalidad dominicana, el TC reinterpretó las constituciones dominicanas que hasta la del 2010 otorgaban la nacionalidad a todas las personas nacidas en territorio nacional, con excepción de los hijos de diplomáticos y “los que están de tránsito”, extendiendo esto último por tiempo indefinido, en contradicción con el Reglamento de Migración 279 del 12 de mayo de 1939, que limitaba la condición de tránsito a diez días.”
Afectados no podrían ir a ningún otro país
El comité de solidaridad afirma que “Estamos frente a un grave drama humano que rebasa los límites de la inmigración y que, aún si faltare el derecho, obligaría a una solución que evite la constitución de un apartheid de cientos de miles de personas, el cual se trasmitiría indefinidamente a sus descendientes. Afecta a seres humanos cuyo vínculo fundamental es la sociedad dominicana, que no se podrían ir para ningún otro país”.
Resalta “la perspectiva en que se coloca a la nación dominicana de espaldas a principios y cuestiones básicas y sensibles de la convivencia universal marcada por los movimientos migratorios, lo que nos expone a condenas internacionales ya anticipadas por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
Y sostiene que “Las repercusiones podrían afectar a la extensa comunidad dominicana en numerosos países, inclusive en aquellos donde nuestros nacionales luchan por regularizar su estatus de inmigrantes. Por fortuna no se conoce un solo caso donde hoy día se pretenda despojar de su nueva o doble nacionalidad a los hijos nacidos en el exterior de nuestros emigrantes indocumentados. Aunque originalmente fuimos una nación de inmigrantes, hoy día somos netamente de emigrantes y sus remesas han sido y son sostén fundamental de la estabilidad económica nacional.”
Al anunciar una serie de actividades masivas con las comunidades, como conciertos y asambleas locales, y de búsqueda de consenso y voluntad en los sectores sociales influyentes, incluyendo iglesias, empresariado, universidades, facultades de derecho y grupos de juritas, los voceros del Comité sostuvieron que la solución al conflicto “está dada en la Constitución actual que reconoce la ciudadanía a todo el que la hubiese obtenido antes de su entrada en vigencia el 26 de enero del 2010”. El documento reconoce que esa misma Constitución excluyó de la nacionalidad a los hijos de quienes residan ilegalmente en el territorio nacional, pero también a partir de su entrada en vigencia, por lo que tras proclamar ”una patria amplia para todos los hijos e hijas de esta tierra a quienes se les reconoció la nacionalidad” formula un llamado a “concentrar la atención en solucionar los problemas migratorios poniendo el acento en limitar los flujos inmigratorios del presente en vez de una absurda persecución del pasado”.
Principales gestores del Comité
La presentación del Comité estuvo encabezada por sus promotores el obispo episcopal Julio César Holguín, el jesuita Mario Serrano, y los profesionales Carmen Amelia Cedeño, Miguel Ceara Hatton, Juan Bolívar Díaz, Pavel Isa Contreras, Wilfredo Lozano, Manuel Robles, Cristóbal Rodríguez, Ana Selman, la diputada Guadalupe Valdez y el cantautor Víctor Víctor.
Entre las personalidades que suscriben la declaración constitutiva del Comité figuran los escritores residentes en el exterior Julia Alvarez, Junot Díaz, Silvio Torres Saillant y Carlos Julio Báez. Los empresarios Franklin Báez Brugal, Fernando Capellán, Georges Santoni Recio, José Yude Michelén y Mario Bergés, así como los artistas Angel Haché, Pavel Núñez y Roldán Mármol.
También firman los expertos constitucionalistas Olivo Rodríguez Huerta y Nassef Perdomo Cordero, así como los juristas Francisco Alvarez Valdez, David Alvarez Martín, Emigdio Valenzuela, Carlos R. Salcedo y Andrés Astacio Polanco.
Entre los intelectuales aparecen Rafael Emilio Yunén, Hugo Tolentino, Andrés L. Mateo, Avelino Stanley, Chiqui Vicioso, Angela Hernández y Manuel Matos Moquete. También los religiosos Telésforo Isaac, Luis Rosario, Abraham Apolinario, Eduardo García Tamayo y Milton Amparo.
Decenas de reconocidos profesionales forman también parte del comité, entre ellos Bernardo Defilló, Jacquiline Malagón, Enmanuel Castillo, Rosario Espinal, Hamlet Hermann, Mu-Yien Sang Ben, Arismendi Díaz, Isidoro Santana, Rafael Toribio, Ada Wiscovitch, César Pérez, Cristóbal Valdez, Miriam Díaz, Luis Shecker, Jeffrey Lizardo, Melba Barnett, Bernardo Castellanos, Roberto Alvarez, Rosalina Perdomo, Alberto Rodríguez, Elizabeth Puig, Gustavo González, Francisco Abate, Javier Cabreja, Argelia Tejada Yanguela, Amparo Arango, Pengsien Rafael Sang Ben, Frank Báez Evertz y Domingo Abréu.
Y entre los periodistas figuran Homero Figueroa, Roberto Cavada, Miguel Guerrero, Fausto Rosario, Brinella Fernández, Ramón Colombo, Patricia Solano, Ana Mitila Lora, Gustavo Olivo, Melvin Peña, Edwin Ruiz y Luis José Chávez.
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